sábado, 21 de enero de 2012

Freaks que quitan el hipo I: Los polos del universo Zayas


Hasta hace poco el apellido Zayas sólo significaba para mí literatura de la buena del Siglo de Oro, de la burla picaresca y del confinamiento al desengaño. Las novelas de la gran escritora madrileña del barroco me fascinaron desde la primera letra, sumergiéndome en su universo particular de diálogos, aliñados por su gusto a la violencia, la crueldad, la magia, los encantamientos y por su falta de moral.
Zayas, María de Zayas, wikipedia en mano, lo que más sorprende en ella es la desenvoltura con que se comportan los personajes femeninos en el aspecto sexual y amatorio. Desde la que persigue a un hombre que ve por el balcón hasta la que guarda un amante negro en el establo hasta devorarlo sexualmente, «antes de infinitos adulterios».

En el polo opuesto de este universo Zayas, apareció hace poco un alcireño cantante-showman y estudiante de comunicación audiovisual en Aranjuez “porqué le encanta”. A caballo entre el cutrismo de Madrid y los bacalas de Valencia, con un rosario colgando, pantalón y camisa blanco nuclear, se hace llamar Iván Zayas y puede presumir de portar ese gran apellido con mucha dignidad, elegancia y grandes dosis de calidad de container.

Después de darse a conocer en un programa de la televisión de Gandía, salta a la fama en el programa cultural de TV3 “APM?”, y de ahí al “Tú sí qué vales” de Telecinco totalmente descamisado, donde el mismísimo Risto Mejide lo calificó como cantante desastre y como friki también. En un acto de contrición que lleva a la salvación Risto le acaba aconsejando para ser mejor, desaparecer del mundo. Pero hizo caso omiso a esas palabras por nuestro bien en reforzar el nivel de descojone ajeno.

Gracias a su hit estival “Vóley playa” y a su falta de dignidad, el artista encabeza la nueva ola de ¿pop? radio fórmula veraniega al más puro estilo David Civera, Raúl, Leonardo Dantés, Edu, Ramoncín o cualquier otro espantajo de la música de semejante calibre. Pero él quiere ir a más para provocarnos una muerte lenta y dolorosa con temazos como "Estamos de botellón" , "A mi Valencia" ,"Aranjuez" y el antes mencionado "Vóley playa" digno de formar parte como melodía de supermercado de barriada. Además cuenta con el himno generacional "Se quedaron con España", muy sensible en provocar la arcada y como remate final, el videoclip no tiene precio. Se ve que hay calidad.

Y en este universo paralelo de pseudomúsica y literatura barroca me he quedado atrapado. Bajo la pluma de la Zayas madrileña, a siglos luz de la coreografía “Locomía” del Zayas alcireño y, como dicen los muy cafeteros, “el sabor de lo que merece ser disfrutado lentamente”.

¿No eran artistas los pintores de las cuevas de Altamira? Compruébalo. Te dejo una deliciosa canción del verano, oscurecida por la crítica, cantada en rigurosísimo playback, “….Vamos, vamos, venga nena, salta, salta, juega, juega, que la arena de la playa, te queda que vaya, vaya….”.


2 comentarios:

  1. Este pavo es un frikazo, dadle mas cojones!!!!

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  2. Te has dejado de comentar sus apariciones en El diario de Patricia...

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