La enemistad, fuente de sabiduría.

Era el otoño de 1980 y yo, rodeada de niños que apestaban a vomito matinal de leche cuajada, hacia fila para ingresar a mi primer salón de clases.
La monja que tocaba la campana de entrada (con el tiempo, sería la "monja culo roto" -por el cura, que también era otro culo roto-), demandaba con cánticos subliminales, que todos los pequeños párvulos nos cogiéramos de la mano para marchar, cual rebaño, a nuestros asientos. A mi lado, una niña de coletas intentaba coger mi mano. Primer intento, no pudo. Segundo intento: tampoco pudo. Al tercero le dije sonriente: me tocas de nuevo y te quemo viva.

Así comencé a practicar la enemistad (y sin condón). No tuve amiguitos en el Colegio, lo más cerca que estuve de la amistad era la rata gris del laboratorio de Ciencias ( si la mejor amiga de Heidi era una oveja, ¿xq yo no podía tener una rata?). Tampoco los tuve en la Secundaria. Y menos aún en la Universidad, jungla a la que sobreviví sin quemar a nadie vivo, pero rompiéndoles el culo a patadas a más de uno.


Hice algún que otro esfuerzo por "la amistad", hasta que me crucé con Roberto Carlos y su remilgada canción de "Yo quiero tener un millón de amigos..." y zas!! regresión!! ... volví a aquella fila del colegio, al olor a vómito matinal de leche cuajada y la sensación inquietante de quemar vivos a todos los gilipollas que van por la vida creyéndose amigos, "cultivando" la amistad (idiotas!! se cultivan las patatas, las coles!!), creyéndose mejores xq son amigos... amigos de su puta madre!!


Qué es más interesante?? Tener amigos o enemigos?? Qué te hace más sabio, inteligente y ... creativo?? Amigas en un lavabo hablando y midiendo tampaxs o nenas dándose hostias?? De qué aprendes más? De las noticias que surgen de la Cumbre de los 20 ("somos grandes amigos y aliados") o de las declaraciones de Chávez sobre EEUU ("nos están inoculando una cepa para producir cáncer a todos los mandatarios latinoamericanos" -con dos cojones!!!!!-).

Por ello no creo en la amistad y apoyo la enemistad, sentimiento profundo, límpido y sano. No tengo amigos, pero tengo un grupete de alimañas que me van muy bien de amigos (entre ellas la rata gris, le puse Renata la rata, se alimenta de pequeños cadáveres y prefiere el vodka al agua). Y a los que intenten ser mis amigos, ya saben, sin piedad ... los quemaré vivos.