martes, 17 de enero de 2012

Oda a Chewbacca...


Chewbacca es dios, un dios de 2'25 metros de altura. Disculpen la osadía, pero nunca habrá otro Chewbacca. Nunca más. Ni King Kong. Ni Godzilla. Ni Gollum. Ni tan siquiera Alf... jamás.

A las mujeres ya no les gustan los Chewbaccas. Sois todas unas superficiales, nenas. Nos queréis bien depiladitos, hasta el culito. Las cejitas, la nariz, las axilas, los pelacos de las orejas... así, de viejos tendremos el triple y ya nadie las tocará. Las piernas aunque no seas deportista. Los brazos aunque no seamos modelos de Dolce&Gayana. Para qué? Qué más os da? A caso no habéis visto la película “De pelo en pecho”, la mítica “Teen Wolf”? Ahora ya no, sólo mariconadas. Ahora os gustamos como cuando nacimos. Ahora, eso sí, déjate un poquito de barbita, como el George Clonney ese de los cojones, qué mola mogollón. PERO SI ES GAY, qué más te/os da? Qué os den por saco, perras.

Nunca olvidaré un viaje a Italia en la década de los 70. Y el contacto con una napoletana que quería un poco de melón jugoso, de pene, vamos. Yo, tajao como una cuba, acepté sus pretensiones y terminó en mi cubículo lamiéndome el cuello. Lamentablemente ella no quería besar la parte más escandalosa de mi cuerpo. Así que fui a su enjambre. Y nunca mejor dicho. Ya con pantalones por las rodillas, sin manera de escapar en caso de incendio, me posicioné sobre la bella para introducirle esa parte escandalosa y puntiaguda que me acompaña y nunca falla en los momentos claves -todo lo contrario que a CR7-. Pero ese día mi parte puntiaguda cometió un error o más bien la decepción del momento le obligó a la retirada. Debido a mi estado de embriaguez, insistí. Y en lugar de un falo parecía un colibrí. A mi napoletana le acompañaba un matojo de hierba nunca antes arreglada.

En menos de cinco minutos decidí abandonar. Gatillazo, se le llama mayormente. Pero me sentí feliz, la ocasión lo merecía y nada mejor que el onanismo una vez la dejé en el pasillo del motel. "Ale, vete a casa, Chewbacca!", le grité. Ay madre cómo me moló esa pajilla. Qué gustirrinin. He reflexionado sobre esa noche y he madurado. Ahora ya bebo gintonics, whisky de malta sin hielo, fumo hierba y tabaco cuando me ponen nervioso, puros cuando estoy relajado... y porqué no, me tiro mujeres peludas. Incluso bebería sus sangres, soy Drácula. Sin duda, he madurado. Han pasado 30 años y la película es muy distinta.

A ti, chavalote, tú qué tienes tiempo, qué eres joven y feo, qué te la pelas de espaldas al mundo, qué ganas para drogas de diseño y robas a tus padres. Déjate llevar y fóllatelo todo, hasta las botellas de coca-cola. El momento de mi vida que os he contado es la mera visión de la inmadurez, de la juventud de hoy en día. No hay que perder el tiempo, no tienes tanto como yo a no ser que te muerda un pesao de la Familia Cullen, esa mierda de vampiros de purpurina que hacen vomitar a pelones como nosotros.

Para terminar y espero que os guste, os adjunto una foto de Chewbacca junto a su fiel amigo Ian Solo, Han Solo en la versión original inglesa. Ahora comienzan a decir que eran pareja. Está de moda, somos todos gays. Pero, y si Chewbacca es mujer?


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