Momento sublime de consciencia, gozo y placer sexual estimulando las partes sexuales o erógenas del cuerpo. Es esto lo que dice más o menos la real academia sobre la masturbación, a partir de ahora, PAJA, con mayúscula porque hay que venerar, cuidar, promocionar, compartir, recomendar, alardear y respetar a algo que tanto da sin pedir nada a cambio.
El gran
escritor y guionista Albert Espinosa (1974 - aun vive...) ya lo dijo en su
libro " El Mundo Amarillo ", donde en un esclarecedor capítulo
dedicado a las PAJAS habla del bien estar del espíritu después del acto en sí,
del estado en que quedas una vez culminado tan sublime gesto, que creo que es el
mejor acto de amor que nos podamos dar.
Haceros
PAJAS " gratuitas ", en todo momento, a cualquier hora...vale la
pena.
Y esto no es
ninguna tontería, si no analizad cuanto deseáis algo, o deseáis poseer algún
disfrute de la vida sea material o no, ¿A que hay que pagar? , evidentemente
que sí, por eso desde aquí reivindico el mejor invento del mundo y encima
gratis, la PAJA.
Se acabó
pagar por una puta, con el riesgo de contraer enfermedades contagiosas y lo que
es peor, que tu mujer se entere... además hoy en día "ir de putas" ya
no se lleva.
Lo mejor, en
mi opinión, es hacerse una buena PAJA, quedarse tranquilo y no tener que estar
abrazado a tu mujer diciéndole lo mucho que la quieres después de hacer el
amor.
A todo esto
puedo comentar que en este colectivo (los pajilleros) existen unos sub grupos o
géneros muy comunes que seguro os sonaran, pero por su escasa influencia en la
sociedad son muy poco conocidos e incluso pasan por desapercibido, y ahora sí
empiezo mi exposición.
Los
pajilleros melancólicos:
Es de todos
sabido que cuando acontece algún momento de especial importancia tendemos a
preguntarnos, sobre todo cuando ha pasado un largo tiempo, donde estábamos y
qué hacíamos en ese momento. Con la PAJA pasa igual, ¿Quien no se acuerda cuál
fue su primera PAJA y donde estaba?, y además es también sabido que en más de
una reunión o cena de amigos este tema a llenado más de un silencio. Después de
preguntas tan ricas como " Oye, ¿qué harías si te tocara la lotería?
" va la de " ...y tu primera PAJA, ¿Cuando fue? ", las
respuestas no tienen desperdicio.
El pajillero
que piensa que tiene el copyright:
Se han
encontrado casos puntuales donde el adolescente se cree poseedor de un poder
sobre natural y que nadie sabe, o sea, que es descubridor de algo desconocido.
Se preocupa de comentarlo en su intimidad con sus amigos de instituto más
íntimos hasta que se da cuenta, no sin antes decepcionarse, que media clase
llevaba pajeándose Dios sabe cuanto tiempo antes que él. Así que se afana a
recuperar tiempo perdido por doquier, bien sea en medio de la calle, cualquier
portal, entre dos conteiners a altas horas de la madrugada, en su habitación
acompañado del papel de water...
Pajilleros
de carreras o "racing masturbetions" (como los llaman en la Gumball
3000):
Los casos de
competiciones peligrosas también llenan discusiones en horas de patio de
institutos y otros centros ya no tan juveniles (hay casos de infantiles pero
eso será otro día), donde se proclaman récords de PAJAS seguidas en pocas
horas. He oído hasta un total de 7 en una tarde, entiéndase tarde el espacio de
tiempo desde que los padres se van de casa a las 5 PM a tomar café hasta las 9
PM que no llegan. 4 horas frenéticas de ejercicios prostáticos peligrosos donde
la explicación de esta conducta sería "vicio". No nos engañemos.
Con una edad
adolescente dejamos de hacer los deberes del instituto para acudir al lavabo
rápidamente y salpicar el espejo donde mañana el padre se mirará mientras se
afeita, rascará la marca del semen seco extrañado y mandará a su mujer
limpiarlo inmediatamente.
Estos
pajilleros empedernidos les encanta estas tardes de soledad para caminar
desnudos por casa, aprovechando que están solos y poder así hacerse sus 7 PAJAS
con tranquilidad y sin prisas, lentamente pero gran cantidad al cabo del día.
Putos pajilleros.
Party PAJAS
o PAJAS compartidas en reuniones, etc:
Se han
encontrado indicios de grupitos de pajilleros compartiendo, por ejemplo, una
película pornográfica y la correspondiente PAJA. Normalmente el anfitrión toma
control del aseo más próximo a la sala de estar, hace sus visitas
correspondientes y ahí acaba la cosa. Lo que ocurre es el efecto llamado
"si tu lo haces yo también"; aprovechando que el lavabo está ocupado
y la peli está en lo mejor no hay mejor opción que hacerse una gallarda (PAJA)
delante de los amigos para que vean lo grande que la tienes, como te la meneas,
la poca vergüenza que tienes y lo más importante, la fuente de líquido seminal
que emana tu gran polla.
Cual actor
porno se han detectado a la vez gemidos placenteros para dar a entender que
" a mi me gusta y me lo paso chupi ", invitando sutilmente a todos
los asistentes a unirse a la fiesta, como efectivamente pasa.
Pajilleros
vs chicas:
Otro
colectivo identificado es el de los coleguis que en una situación determinada y
delante de chicas optan por dedicarles una manola con la correspondiente
salpicada allá donde caiga.
Y es que
¿quien no se ha sentido más fuerte arropado por tus colegas?, así que en las
colonias de final de curso, con la única luz de un camping gas, altas horas de
la madrugada y una conversación de terror los más varoniles intrépidos sacan
sus armas para dedicarles unas PAJAS a las niñas de su clase que aun están
aterrorizadas por el cuento de miedo.
Los
pajilleros son tan vanidosos que piensan que la cara de terror es por el tamaño
de su descomunal arma masiva, eso les da confianza para seguir hasta el final y
enseñarles a las chicas la leche que las puede germinar, en todo un ritual de
alarde de poder masculino se puede imaginar tranquilamente frases como:
"mira niña, mira como sale , toda para ti, este es tu regalo, si, ¿No la
quieres probar?, es desnatada, no engorda...etc".
En pleno
trajín masculino las miradas femeninas no entienden tanto movimiento de pieles
arriba y abajo ni esas caras serias. Ellas , curiosas, observan con la boca
abierta, así que mi consejo es que cierren la boca, pues hay peligro de entrada
espermatozoidal en masa.
Las PAJAS
después de cagar:
Hay tipos
que aprovechan la empalmada que se produce al cagar para no desperdiciarla y
hacer así culto a la masturbación, bien hecho. Es algo sencillo y que viene
rodado, no tienes que imaginarte ninguna experiencia anterior con una tía para
ponerte cachondo por que ya estás excitado automáticamente, eso es fantástico.
Son poco duraderas pero no por eso poco excitantes. La sensación doble de
satisfacción al tirar la cadena no tiene precio.
Las PAJAS
antes de estar con una tía:
Es una
práctica muy expandida y erróneamente entendida, me explico. He observado que
en el supuesto caso de que si, vamos a llamarlo macho alfa, tiene cita con
hembra beta este opta por masturbarse un día o horas antes del coito por que
según él durará más... No tíos, no !!!!......ERROR !!!
No quiero
hacer de una opinión una orden, pero lo que está claro es que no es así. Con
las pelotas bien cargadas tenéis que presentaros a una cita, seréis más amables
y atentos, cariñosos e incluso me atrevería a decir galanes, doble
preservativo, al tema y tranquilos que no culmináis. Después , eso si, cuando
os canséis de manchar os hacéis una trucha (PAJA) y regáis con leche el cuerpo
de hembra beta, ella os lo agradecerá.
Pajilleros
reprimidos:
Son los
adolescentes que creen la leyenda urbana de que si abusas de las PAJAS te salen
granos en la cara. Y una mierda. Nada más sano y bonito que quererse a uno
mismo no puede ser malo. Y menos crearte granos en la cara. Su forma de actuar
es sencilla, cancelan cualquier actividad durante unos días porque observan
exceso de acné en sus caras, pero cuando pasan entre 4 ó 5 días y aquello pica,
empiezan a tocarse sin importarles el acné, ni su estética, ni los comentarios
de sus compañeros de clase... total, el mote no se lo quita nadie, al menos que
se queden satisfechos tocando la zambomba.
Podría
seguir desgranando los diferentes tipos de personas que integran este gran
colectivo y a la vez tan incomprendidos, pero no quiero que ninguna asociación
de pajilleros unidos me acuse de invadir sus intimidades. Basta ya de asociar
la masturbación como alternativa al sexo compartido, o como frustración
masculina a noches sin éxito a la hora de ligar. Todo lo contrario, es más, es
una adoración a nosotros mismos, un acto cariñoso porque nosotros lo merecemos
y lo valemos. No es un tabú, es una bendición y una proclamación a nuestra
independencia con respecto a la mujer. En un futuro, querido lector, cuando nos
quitemos el velo de los ojos no será raro que los hombres busquemos un óvulo de
genética ideal al perfil que buscamos para engendrar, vía in vitro, nuestra
pequeña semillita, y por una vez podremos escoger ser padres sin ayuda de una
mujer, y tener nuestra vida sexual normal y placentera.
Gracias
PAJA.