miércoles, 15 de febrero de 2012

La armadura del politoxicómano

 
Comencemos por el principio. El chándal yonki no siempre fue vestimenta habitual de los yonkis, la gente que mantenía la integridad de sus venas también se lo ponía ¿Cómo es esto posible? Muy fácil, en los 80 todo era posible en lo que a vestimenta se refiere.
 
En los 80, con el florecimiento de las grandes superficies, empezaron a aparecer mierdas textiles de todos los tamaños, formas y sobre todo, colores. En ese difícil ambiente ochentil hubo una prenda que causó furor en la sociedad: El chándal de táctel.
 
El chándal de táctel era una prenda que, a priori, podría parecer una gran mierda. A priori, a posteriori y lo mires por donde lo mires, era una basura. Pero aún así tenía sus ventajas, que os paso a enumerar.

- Era una prenda barata. Por eso tu madre te compraba 15 chándales en el pryca (¿El plural de chándal es chándales, chandals, chándares… ? Ni idea…) y así podías ir toda la puta semana vestido igual, con lo que tus amigos pensaban que eras un asqueroso necesitado homeless que no se cambiaba de ropa.

- Era una prenda fácil de reparar. En caso de rotura, cosa fácil por la mala calidad del táctel, tu madre lo arreglaba con unos parches guapos de Oliver y Benji, de esos que se pegan con el calor de la plancha… Por lo menos tus amigos pensarían que te habías cambiado de ropa.

- Era una prenda cómoda. Yo no es que me haya puesto ninguno nunca, pero tengo un amigo que lo tenía y decía que era cómodo.

- Era un imán para las miradas. Gracias a sus alegres colores, por lo general atraías las miradas… De asco. Eso si, en caso de perderte en la nieve o en el bosque, serías visible desde miles de kilómetros de distancia. También para los depredadores.

- Era fácil de limpiar. Como era prácticamente de plástico, se podía limpiar como si de un mantel se tratase. Un paño húmedo y como nuevo.
 
Pero amigos, no nos engañemos. También tenía inconvenientes:

- Ofrecía poca protección contra el fuego. Como te saltara un chispa, tardaba muy poco en convertirse en carbón. Ardía más rápido que las cortinas de las películas. Esto era un inconveniente en una época en la que los mecheros eran uno de nuestros juguetes preferidos.

- Se arrugaba fácilmente. Sólo hay que ver la foto que acompaña esta entrada… Y como le arrimaras la plancha, se derretía como el queso.

- Era difícil de combinar con otras prendas. No creo que haga falta explicar mucho este punto.

- En caso de tener que huir precipitadamente de algún sitio y ser perseguido, tu serías la presa más fácil de alcanzar y te sería imposible esconderte. Recuerda que el táctel de colores es el único tejido visible desde el espacio.

Pero, ¿Cómo se convirtió el chándal de táctel en la armadura de los politoxicómanos? Pues ni idea.
Puede que sea porque la mayoría de gente que abusó de estos chándales en su infancia, ahora está metido en el mundo de las drogainas, más o menos duras. Otros, los que han permanecido limpios, relatan sus pesadillas nocturnas, que reproducen excursiones del colegio, con niños vestidos de táctel, metidos a presión en un autobús que huele a pota, a pies y a bocadillos de chorizo revilla.
Se me ponen los pelos de gallina con sólo recordarlo.
 
 

1 comentario:

  1. Los deportistas también lo llevaban hasta hace 4 días: maradona, julio alberto, contador, marta dominguez, ullrich, marion jones... Algo tendrían éstos en común, no?

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